miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mares mentales formados en frustración

Lágrimas ahogadas sin poder ser liberadas.
Sentimiento que profundamente desearía enterrar.
Todo por Circe y su engañosa candencia,
todo por Hermes y su polifálica naturaleza.

Esas sonrisas genuinas y encantadoras
que aquel de ojos azules caleidoscópicos mostraba,
hicieron que olvidara momentáneamente
esa tormenta inminente de ilusiones arruinadas.
Siendo incluso atacada la conciencia,
aquella que en mi mente me hacía creer en bobadas.
Bobadas basadas en un estúpido prejuicio,
que debo superar para ganar este juicio.

Confusión, confusión y más confusión.
Según Eros, ése fue mi error.
No sé cómo pude cometer semejante equivocación.
En serio, es terrible.
Ni siquiera logro creer que haya sido yo quien lo cometió.

Sin embargo, lo hecho hecho está.
No se puede cambiar lo ocurrido,
ni siquiera Cronos, dios del tiempo, pudo cambiar la caída de los titanes.

Así que simplemente lloraré,
me dormiré agotada,
tendré sueños lindos con ya saben quién
y haré el grandísimo esfuerzo de poder sentarme adelante la próxima vez.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Experiencias de una ciudad caótica. Parte I

¿Qué hacer mientras esperas un Metrobús?

1- Dirigirte al final de la cola, quedarte de pie y esperar como el buen ciudadano que se supone que eres.
2- Empiezas a sentir la tardanza del transporte. Piensas en sentarte pero, al mirar a tu alrededor, te das cuenta de que estás en MEDIA VÍA por donde todos los transeúntes pasan y no hay sillas ni muros donde sentarse. (En estos casos, evitar creer que el piso es una opción es lo recomendable).
3- Mirar a los lados a ver si consigues alguna víctima a quien acosar visualmente.
4- Si no ves a nadie te frustras y empiezas a criticar a todo el árbol genealógico del Metro.
5- Si encuentras a la víctima mencionada en el paso 3 ya tienes con qué distraerte. Felicitaciones.
6- En caso de ocurrir el paso 4, siempre queda la opción de contar carros rojos. (Suena nulo, lo sé. Sin embargo, yo lo hago casi siempre). Divierte.
7- Mirar al cielo y odiar todo durante algunos minutos.
8- Al llegar al punto de desesperación total ves a un habilidoso que puede leer tranquilamente de pie (objetivo que te es imposible de lograr) y vuelves a odiar todo por algunos minutos.
9- A lo lejos, por fin, divisas al Metrobús. Pero al observar el letrero electrónico, te das cuenta de que ese no es el que necesitas.
10- Ahora maldices absolutamente todo en voz alta.
11- Luego de tan larga y extenuante espera, llega el dichoso transporte.
12- Al subirte ves que no hay ni un mísero rincón (entiéndase silla, escalón o piso) en donde sentarse.
13- La autopista se convierte en un estacionamiento gigante.
14- Si no la tenías desde antes, adquieres la habilidad para dormir de pie.
15- Llegas a tu destino dos horas después.

FIN 

domingo, 7 de noviembre de 2010

Tears in Vegas

Si las bandas supieran el vacío que sentimos cuando se separan ni siquiera se les pasaría por la mente hacer tal cosa.
Es como si un pedazo de tu vida te dejara y en su lugar quedara un espacio que ningún otro ser u objeto podría llenar.
Está bien que persigan sus sueños, que tengan nuevos proyectos. Sin embargo, eso no impide que cada cierto tiempo los recuerde y me pregunte por qué demonios se separaron.
Pero bueno... supongo que la vida continúa.
Y sin importar dónde y con quiénes estén, seguirán siendo excelentes músicos, y parte esencial de mi existencia. We're all toyz.

Cinema Bizarre ♥

domingo, 31 de octubre de 2010

Time Machine

Amistades que duran,
amistades que perduran.
Amistades que olvidan,
amistades perdidas.
Dijimos que seríamos inseparables,
que seguiríamos viéndonos y riéndonos por necedades.
Pero luego veo fotos de nuestras vidas después de la graduarnos,
y veo que todo fue algo así como un lindo engaño.
Yo vivo de mis fantasías, y aún extraño verlos día a día.
Las máquinas del tiempo,
creo que serían un buen intento.

PD: Reflexiones que surgen cuando te dan ataques de extrañar gente y ves en sus Facebooks fotos de ellos continuando sus vidas sin ti en ellas.

martes, 26 de octubre de 2010

Humanidad Burlada

Es increíble cómo un objeto puede volverse tan tuyo que, cuando falta, sientes un vacío en el pecho, un agujero en el corazón.
Inexplicable.
Hoy fui víctima de un país contaminado.
Perdí hasta mi identificación como ciudadana.
Absurdo.
¿Cómo un día, aparentemente agradable, puede caerse a pedazos de esa manera?
Quién sabe...quizás es un simple síndrome pre-menstrual. O simplemente un sentimiento de clasismo inducido.