miércoles, 24 de noviembre de 2010

Experiencias de una ciudad caótica. Parte I

¿Qué hacer mientras esperas un Metrobús?

1- Dirigirte al final de la cola, quedarte de pie y esperar como el buen ciudadano que se supone que eres.
2- Empiezas a sentir la tardanza del transporte. Piensas en sentarte pero, al mirar a tu alrededor, te das cuenta de que estás en MEDIA VÍA por donde todos los transeúntes pasan y no hay sillas ni muros donde sentarse. (En estos casos, evitar creer que el piso es una opción es lo recomendable).
3- Mirar a los lados a ver si consigues alguna víctima a quien acosar visualmente.
4- Si no ves a nadie te frustras y empiezas a criticar a todo el árbol genealógico del Metro.
5- Si encuentras a la víctima mencionada en el paso 3 ya tienes con qué distraerte. Felicitaciones.
6- En caso de ocurrir el paso 4, siempre queda la opción de contar carros rojos. (Suena nulo, lo sé. Sin embargo, yo lo hago casi siempre). Divierte.
7- Mirar al cielo y odiar todo durante algunos minutos.
8- Al llegar al punto de desesperación total ves a un habilidoso que puede leer tranquilamente de pie (objetivo que te es imposible de lograr) y vuelves a odiar todo por algunos minutos.
9- A lo lejos, por fin, divisas al Metrobús. Pero al observar el letrero electrónico, te das cuenta de que ese no es el que necesitas.
10- Ahora maldices absolutamente todo en voz alta.
11- Luego de tan larga y extenuante espera, llega el dichoso transporte.
12- Al subirte ves que no hay ni un mísero rincón (entiéndase silla, escalón o piso) en donde sentarse.
13- La autopista se convierte en un estacionamiento gigante.
14- Si no la tenías desde antes, adquieres la habilidad para dormir de pie.
15- Llegas a tu destino dos horas después.

FIN 

domingo, 7 de noviembre de 2010

Tears in Vegas

Si las bandas supieran el vacío que sentimos cuando se separan ni siquiera se les pasaría por la mente hacer tal cosa.
Es como si un pedazo de tu vida te dejara y en su lugar quedara un espacio que ningún otro ser u objeto podría llenar.
Está bien que persigan sus sueños, que tengan nuevos proyectos. Sin embargo, eso no impide que cada cierto tiempo los recuerde y me pregunte por qué demonios se separaron.
Pero bueno... supongo que la vida continúa.
Y sin importar dónde y con quiénes estén, seguirán siendo excelentes músicos, y parte esencial de mi existencia. We're all toyz.

Cinema Bizarre ♥